El Voluntariado
El Voluntariado, nació como un espacio para que diferentes jóvenes nos encontremos en el amor, la entrega y sentimiento de compartir, ayudar en servicio y predicar la palabra de Dios. Puede ser definido como una experiencia de sentido, ya que el ser voluntario es poder abrirse cada día a la realidad que a uno le toca vivir, afrontarla, discernir y ponerla en relación con el resto de dimensiones vitales que nos hacen seguir en camino.
La propuesta del voluntariado consiste en “abrir bien los ojos, los oídos, los sentidos, porque muchas veces andamos como adormecidos, tan en lo nuestro que podemos no ver a otros en el camino”.
Desde la generosidad queremos transformar corazones, que nuestra Fe sea un faro de luz que ilumine los caminos de quienes mas necesites y de nuestros importantes compañeros.
La manifestación de su compromiso
Alivio y alegría en los barrios: Los jovenes hacen el trabajo y acompañamiento en medio de la gente, visitandolos durantes los fines de semana, compartiendo eventos y festividades, distribuyendo bolsas de alimentos, entregando ropa abrigadora y juguetes que dibujan sonrisas genuinas en los rostros de los niños. Estas acciones, que para muchos son pequeñas, son un alivio inmenso para quienes enfrentan la adversidad. Las fotos capturan ese momento de conexión humana, esa entrega desinteresada que va más allá de un simple objeto, transmitiendo un mensaje claro: “No están solos, nos importan”.
Comunidad, risas y lazos que perduran: Más allá del trabajo físico, se muestra la esencia de la comunidad que han creado. Voluntarios riendo juntos, compartiendo un mate, y celebrando cada pequeño logro. Es un recordatorio de que el voluntariado no es solo dar, sino también recibir; recibir el calor de la amistad, la satisfacción de ayudar y la gratitud de quienes se benefician de su labor. Estas son las historias que no se cuentan con palabras, sino con la mirada de quienes se saben parte de algo más grande.
Más allá del trabajo local, desde el Voluntariado se organizan misiones y viajes de visita a diferentes familias y barrios, llevando alegria y ayuda a rincones donde más se lo necesita. Estas expediciones son el corazón de su labor: preparan donaciones, planifican cada detalle de las actividades y eventos a realizar, y viajan por horas para llegar a esos lugares alejados.
En cada misión, no solo entregan bienes materiales, sino que construyen relaciones, comparten historias y, lo más importante, se convierten en una presencia constante que brinda esperanza y apoyo.
Estos viajes transforman tanto a los voluntarios como a las comunidades que visitan, creando un lazo humano que perdura mucho más allá de la partida.